Artículos relacionados con Salud dental

Dos confesiones para empezar. Una: nadie va al dentista porque sea un planazo. Y dos: estas líneas no están escritas para convencerte de lo contrario.

El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes sin propósitos funcionales. Existen dos tipos de bruxismo: céntrico (apretar) y excéntrico (rechinar). El bruxismo puede ser diurno y nocturno; el primero es más apretador que rechinador y generalmente consciente; el nocturno puede manifestarse de ambas formas, es el más común y la mayoría de las veces, inconsciente y difícil de controlar.

Muchas veces se dice que la sonrisa es el espejo del alma, y por ello cada vez somos más conscientes de que necesitamos cuidar nuestra boca. Como consecuencia, la salud, higiene y estética bucodental es un tema que nos preocupa y en el que gastamos tiempo y dinero cada día.

Pregunta: ¿cuáles son las principales ventajas de contar con un seguro dental? La primera es saltarse las listas de espera. ¿Y la segunda? El ahorro.

Durante la infancia, la boca se ve envuelta en un constante proceso de cambio. Cambios que requieren de unos cuidados especiales, a fin de que la salud bucodental de los más pequeños no se vea afectada. En este sentido, es aconsejable contar con un seguro dental que incluya un completo plan infantil, que atienda con la mejor cobertura y ofrezca tratamientos en cada una de las etapas de la niñez.

En nuestro artículo de hoy te contamos cuáles son las enfermedades y molestias bucodentales más comunes en nuestro día a día.

Estamos acostumbrados a ver niños y adolescentes con ortodoncia, ya que habitualmente se busca corregir los problemas dentales en edades tempranas, pero cada vez son más los adultos que optan por los diferentes tipos de brackets que hay. Ya sea por salud o por estética, este aparato dental fijo se ha adaptado a todo tipo de pacientes, ofreciendo opciones más discretas y con resultados idénticos. Ahora bien, ¿hasta qué edad se recomienda?

Las caries son zonas deterioradas o dañadas en la superficie o esmalte de tus dientes y que pueden derivar en pequeños orificios. Estas se producen principalmente a causa de diferentes factores, como bacterias en la boca, la ingesta frecuente y excesiva de azúcares, o una limpieza dental inadecuada y poco frecuente. 

A pesar de que se trata de uno de los aspectos que más puede condicionar tu bienestar y tranquilidad en tu día a día, es preciso reconocer que, por unas cosas o por otras, no solemos prestar a nuestra salud bucodental la atención que realmente merece.