Por ejemplo, si tu coche tiene ya muchos años de antigüedad y su valor venal es bajo, el seguro de coche terceros básico es la mejor opción. Ya que de esta forma cubres las exigencias de la normativa, a un precio económico y sin prescindir de coberturas importantes como la asistencia en carretera.
¿Sabes qué es el valor venal?
Por el contrario, si tu vehículo es nuevo, y por lo tanto tiene un alto valor de mercado, no te compensa prescindir de coberturas y exponerte a perderlo en caso de siniestro total. Para estos casos, el seguro de coche a todo riesgo es la mejor opción ya que incluye la garantía de daños propios, con la que proteger a tu vehículo frente a cualquier problema que pueda surgir, incluso cuando tú seas el responsable del siniestro. Además, podrás adaptar el precio de tu todo riesgo a tus necesidades gracias a la franquicia.
¿Sabes qué es la franquicia?