Capital asegurado

Capital asegurado

En el ámbito de los seguros, se define como capital asegurado a la cuantía económica máxima que la persona asegurada percibirá en el caso de que se den las condiciones establecidas para hacer efectiva cualquiera de las coberturas y garantías incluidas en su póliza de seguro.

En este sentido, el capital asegurado hace referencia a aquellas coberturas en las que la ocurrencia de un suceso implicará la necesidad de reparación o reposición del bien dañado o la entrega de una indemnización económica como contraprestación a la imposibilidad de proceder a los supuestos anteriores de forma efectiva.

¿CÓMO SE DETERMINA EL CAPITAL ASEGURADO DE UNA PÓLIZA DE SEGURO?

Para dar respuesta a esta pregunta es preciso tomar en consideración que cada tipología de seguro presenta unas características diferenciales que imposibilitan que se establezca un sistema genérico para la determinación del capital asegurado.

Así, en el caso de los seguros de hogar será el tomador del seguro el que, como norma general, establezca una estimación aproximada del valor del continente y el contenido del inmueble objeto de protección, y que se establecerá como elemento clave para la subsanación en el futuro de aquellos daños o averías contemplados en las coberturas de su póliza.

Por el contrario, en los seguros de salud la determinación del capital asegurado vendrá determinada por los baremos establecidos previamente por la entidad aseguradora para cada uno de los servicios y tratamientos contemplados en las coberturas contratadas por el tomador en favor de la persona o personas beneficiarias de dicha protección.

Asimismo, en el caso de los seguros de coche, el capital asegurado guarda una estrecha relación con lo que se conoce como valor venal del vehículo, en referencia al valor de mercado que tendría en caso de que se procediese a su venta, en función a sus características técnicas y su antigüedad.

Por tanto, dada la heterogeneidad en relación al cálculo del capital asegurado en cada tipología de seguro, e incluso entre diferentes coberturas de una misma modalidad de protección, es muy recomendable que prestes una especial atención a este concepto durante el proceso de tramitación y firma de tus contratos de seguro.