Un conductor ocasional es el que utiliza el coche de manera eventual. En un seguro de coche, se trata de un conductor que no es el titular del vehículo asegurado pero que lo usa con menor frecuencia.
El concepto de conductor ocasional se utiliza en los seguros de coches para indicar que, aparte del titular, hay otro u otros conductores que también utilizan el vehículo, aunque con menor asiduidad.
Un ejemplo claro de conductor ocasional se da cuando un hijo se saca el carné de conducir y el padre lo incluye en su póliza porque va a utilizar el vehículo asegurado de forma esporádica.
En un seguro de coche, el conductor habitual es la persona que normalmente conduce el vehículo. Por lo general, suele coincidir con el tomador del seguro y con el propietario del vehículo, pero no tiene porqué.
El tomador es quien contrata el seguro y el propietario es el dueño del vehículo, y es quien está obligado a contratar un seguro de coche.
El conductor ocasional, por su parte, suele conocerse también como segundo conductor y conduce el vehículo, aunque con menos frecuencia que el conductor habitual. Suele tratarse de una persona de su propia familia (hijos, pareja, etc.).
A la hora de contratar un seguro de coche, en Caser recomendamos que se notifique a la compañía aseguradora la existencia de un conductor ocasional.
Este segundo conductor podrá contar con la protección adecuada en caso de siniestro. Y, aunque no esté incluido en el momento de formalizar la póliza, puede añadirse más adelante.
Hay que tener en cuenta que, cuando nuestro coche lo utiliza otra persona, existen limitaciones de protección en la póliza. Y, por ejemplo, si se trata de un conductor novel, con menor experiencia al volante, garantizar su protección es todavía más importante. Por tanto, lo aconsejable es incluir al conductor ocasional en tu seguro de coche.
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Los daños propios en un seguro de coche son aquéllos que pueda sufrir el vehículo asegurado como consecuencia de un accidente producido por una causa exterior, violenta e instantánea, o por incendio o explosión, en todo caso con independencia de la voluntad del conductor, hallándose el vehículo tanto en circulación como en reposo, o en curso de transporte, salvo que dicho transporte sea marítimo o aéreo.
Se considera conductor novel a aquél que tiene una antigüedad menor de un año desde que obtuvo el permiso de conducir. Durante ese tiempo, está obligado a circular con la ‘L’ visible para que otros conductores sepan que está en un período de aprendizaje.
