El cortisol es una hormona con un papel relevante en nuestro organismo. Se trata de un regulador de la salud que también puede convertirse en un punto negativo, si sus niveles se mantienen elevados a lo largo del tiempo. Ahora bien, ¿cómo se sabe cuándo los niveles de cortisol están demasiado altos? Y, en caso de ser así, ¿cómo se baja? De todo esto y mucho más hablamos a continuación.
¿Qué es el cortisol?
El cortisol es una hormona que producen las glándulas suprarrenales. Estas se encuentran justo encima de los riñones y es la pituitaria, una glándula en el cerebro, la encargada de regular la cantidad que se produce de esta hormona. Sin embargo, muchas veces sus niveles son demasiado altos, lo que puede generar algunos problemas, que hay que saber identificar.
Para medir los niveles de esta hormona, basta con hacer un análisis de sangre. Si se encuentra dentro del rango de 5-25 mcd/dL, no hay de qué preocuparse. Y es que el cortisol tiene una serie de funciones esenciales para nuestro organismo.
¿Para qué sirve el cortisol?
Son muchas las funciones del cortisol. A continuación, exponemos algunas de las más importantes:
- Regula la glucosa en la sangre: para que nunca haya un exceso de azúcar, pero tampoco una falta de este. En las personas que son diabéticas, esta hormona se segrega en mayor cantidad, lo que genera muchos problemas.
- Controla la presión arterial: otra de las funciones del cortisol es que también permite mantener una adecuada presión arterial, aunque cuando sus niveles se disparan, la presión arterial puede aumentar.
- Reduce la inflamación: cuando se produce una respuesta inflamatoria en el cuerpo, esta hormona actúa para reducirla. Sin embargo, hay que tener presente que un aumento exagerado puede desencadenar una mayor inflamación.
- Responde al estrés: una de las últimas funciones del cortisol es ayudarnos a enfrentar una situación de estrés. Esto desencadena en una activación de la hormona, a fin de una mejor gestión ante un contexto que nos altere. Ahora bien, cuando estamos sometidos a un estrés continuo, esto va a provocar que los niveles de cortisol estén siempre muy por encima de los valores normales y que, además, esto se acabe cronificando. Saber detectar un exceso de esta hormona es fundamental para reducirlo.
Cortisol alto: causas
Existen varias causas por las que el cortisol puede estar demasiado alto. Por ejemplo, los trastornos de la glándula pituitaria, los tumores en las glándulas adrenales o el síndrome de Cushing, son algunos diagnósticos que pueden coexistir con un aumento de esta hormona. También, algunos fármacos pueden tener este efecto secundario.
Sin embargo, hay otras causas, como el ejercicio, el embarazo, la obesidad o el estrés. Incluso, los anticonceptivos pueden elevar los niveles. Saber cuál es el motivo por el que esta hormona se encuentra muy por encima de sus valores normales es crucial para aprender a reducirla y eliminar los síntomas asociados.
Síntomas del cortisol alto
Tener el cortisol alto suele generar algunos problemas que pueden acabar teniendo un impacto en el bienestar. Esto son algunos de ellos:
- Aumento de peso.
- Dolores de cabeza.
- Problemas de concentración.
- Acné.
- Fatiga severa.
- Tensión arterial alta.
Además, cuando el cortisol alto se mantiene en el tiempo, puede acabar desencadenando en problemas de ansiedad o, también, depresión. Por tanto, es fundamental saber cómo bajarlo a tiempo para prevenir que todas estas consecuencias aparezcan.
¿Cómo bajar el cortisol?
Para bajar el cortisol, lo primero es identificar la causa por la que está por encima de los niveles recomendados. Si, por ejemplo, el motivo es un fármaco, tal vez haya que cambiarlo. Siempre hay que seguir los consejos que dicte el médico para conseguir una mejoría. No obstante, si el motivo por el que el cortisol ha aumentado es el estrés, estas son algunas recomendaciones interesantes:
- Practicar técnicas de relajación: actividades como el yoga o la meditación contribuyen a detener los pensamientos intrusivos, a llevar el cuerpo a un estado de calma y a vivir sin prisas.
- Dormir mejor: entre 7-9 horas y yendo siempre a la cama a la misma hora. Además, hay que evitar distracciones, como las pantallas, las cuales pueden retrasar el sueño y, por tanto, que el descanso no sea todo lo fructífero que debería.
- Comer bien: la dieta mediterránea es una de las más recomendables, puesto que las frutas y las verduras suelen abundar en los platos. Conviene eliminar los alimentos ultraprocesados y apostar por aquellos más frescos. Además, es fundamental comer sin prisas, masticando lento y saboreando cada alimento.
- Pasear por la naturaleza: priorizar los paseos por los parques o bosques es esencial, puesto que la naturaleza ayuda significativamente a reducir el estrés. Un pequeño paseo diario por un entorno donde abunden los árboles, plantas y el sonido de los pájaros puede ser renovador y reducirá el cortisol.
Cortisol y estrés, ¿cuál es la relación?
Si bien el cortisol es una respuesta al estrés, cuando estamos constantemente sometidos a situaciones que nos estresan, lo común es que esta hormona esté siempre en niveles muy elevados. Esto tiene consecuencias, como las que ya hemos visto: dolores de cabeza, problemas de concentración, hipertensión, aumento de peso, etc.
Debemos tener en cuenta que el cortisol no es malo, ya que nos activa en determinadas situaciones e, incluso, cuando responde al estrés nos permite acabar una tarea antes de tiempo, por ejemplo. Pero, el estrés no debe ser constante, porque esto tiene consecuencias y puede que acabe generando ansiedad.
Nota: El contenido de este artículo es meramente orientativo. En caso de presentar cualquier problema de salud, acuda a un centro sanitario. Toda sintomatología, diagnóstico o tratamiento debe ser valorado o prescrito por un especialista médico.