¿Cómo limpiar las orejas de un gato?

Revisar con la mayor frecuencia posible los oídos de tu gato te permitirá saber si es el momento de hacerle una limpieza de las orejas o no. Para ello, conviene que revises la parte externa buscando restos de suciedad, ácaros o, también, señales de inflamación. Si, además, las orejas de tu gato desprenden mal olor, esto deja claro que es hora de aprender a limpiar las orejas de tu gato. Estos son los pasos:

• Escoge un lugar y momento adecuado para realizar la limpieza de los oídos de tu gato. A la hora de comenzar con el procedimiento para limpiar las orejas a un gato, debes tener en cuenta que puede resultar muy estresante para el animal, por lo que es importante hacerlo en un lugar tranquilo y sin otros animales cerca. 
• Descarta tanto los bastoncillos como el algodón: esto es lo primero que debes tener claro al plantearte cómo limpiar las orejas a un gato. Y es que, tanto los bastoncillos como el algodón pueden dejar restos, además de propiciar la aparición de tapones de cera, algo que también ocurre en las personas.  
• Utiliza una gasa que esté limpia y seca: no es necesario que la humedezcas, pero sí debe ser nueva. Lo que harás será pasarla por todo el pabellón auricular retirando la suciedad acumulada y los restos de cera. Si necesitas ayuda, pídele a alguna persona de confianza que sujete a tu gato con suavidad.
• Examina el oído por fuera y por dentro con dedicación. Primero, deberás examinar con una gasa la parte exterior del pabellón auricular, como ya hemos mencionado. Si esta parte tiene un tono rosado, será señal de que todo va bien y deberás pasar al oído interior, doblando la oreja suavemente. Si esta parte interior también mantiene el color rosado, podemos decir que el proceso de cómo limpiar las orejas a un gato ha finalizado de forma exitosa. 
• Dale un premio a tu gato: la limpieza de oídos puede ser un momento muy estresante para cualquier felino. Por tanto, dale un refuerzo positivo después de haberla hecho. Un premio, jugar un poco con él, cepillarlo si es algo que le gusta… son algunas maneras de compensar el mal rato que haya podido pasar.

A pesar de que ahora ya sabes cómo limpiar las orejas de tu gato, recuerda que si notas algo raro ―como inflamación, costras o incluso que la oreja de tu felino supura― debes llevarlo al veterinario lo antes posible. Hay algunos gatos que sufren otitis o que pueden tener algún tipo de infección que requiera del uso de antibióticos. 

¿Tu gato tiene la oreja negra? ¿Está roja y presenta erupciones? Quizás, lo que le ocurre es que tiene ácaros. De hecho, fíjate en si lleva días rascándose las orejas o sacudiendo la cabeza como si algo le molestase. Es muy importante que, en estos casos, lleves a cabo los siguientes pasos para saber cómo limpiar las orejas a tu gato:

• Empapa una gasa en suero fisiológico: esta será la mejor forma de poder retirar el exceso de suciedad provocada por los ácaros de una manera más fácil. Recuerda hacerlo con sumo cuidado, ya que el pabellón auditivo de tu felino estará muy sensible y dolorido, además de generarle un picor muy molesto.
• Usa clorhexidina: después de la limpieza, puedes coger una nueva gasa y empaparla con clorhexidina, una loción que desinfecta. Habla con tu veterinario para saber si tienes que diluirla o no (dependiendo del tipo de producto que tengas) y vuelve a limpiar las orejas a tu gato con este producto. 

Para terminar con este proceso, debes aplicarle a tu gato un producto antiparasitario. Lo podrás conseguir en tu veterinario de confianza, ya sea en formato pastillas o pipeta. Si te decantas por esta segunda opción, recuerda aplicarla en un lugar en el que tu gato no se lama, como es en la parte de atrás de la cabeza.

Ya sabes cómo limpiar las orejas a un gato, pero seguro que te preguntas con qué frecuencia hacerlo. Pues bien, esto dependerá un poco de las circunstancias de cada felino. Si está sano, puedes revisarle los oídos para ver si hay cera o suciedad y, así, saber cuándo conviene limpiarle las orejas. Pero, la situación cambia si tiene alguna patología.

Por ejemplo, si tu gato sufre de otitis, la limpieza deberá ser más frecuente, rutinaria, como cada dos semanas (o según lo que te indique el veterinario). Además, puede que tengas que aplicarle unas gotas cuando se le inflame el oído. Deberás ponérselas siempre después de haberle limpiado adecuadamente las orejas. 

A pesar de que ya te hemos mencionado algunos productos que te ayudarán durante el proceso de limpieza de las orejas de tu gato, recopilamos aquí las mejores opciones.

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