Cómo ahorrar con un sueldo bajo

Cómo ahorrar con un sueldo bajo
La crisis económica ha golpeado con dureza los bolsillos. La estabilidad y comodidad de la cartera ha sufrido un gran resfriado que obliga a la persona a planificar sus cuentas con objetivos diarios, convirtiendo el pensar en el futuro en un lujo.

Las nóminas ajustadas van ganando protagonismo en una película donde el guión tiene reservado un futuro por resolver para las pensiones públicas. Por todo ello, y a pesar de las circunstancias nombradas, para tener un final feliz conviene empezar a ahorrar cuanto antes. Pero, ¿se puede hacer en el caso de tener un sueldo bajo? La respuesta es sí.

El Fondo Monetario Internacional ya ha alentado a hacerlo. Intuye un retraso en la jubilación de los jóvenes y asegura la necesidad de adherirse a un plan de ahorro pensando en el bienestar de los días venideros. Pero, más allá de estadísticas y certezas, ¿cómo ahorrar cuando se tiene un sueldo mínimo?

Existen varios principios que debemos tener en cuenta antes de iniciar un ahorro con pequeñas cantidades. El primero de ellos es disponer de un colchón de seguridad previo. Se debe ser consciente de que el mercado es un constante vaivén, por lo que la tranquilidad es fundamental para no dejarse llevar por el miedo si perdemos dinero. Como el mar y su marea, el mercado representa un ecosistema propio, que tan pronto baja como sube. Por lo que si disponemos de este colchón previo será más fácil no apresurarse a retirar nuestros ahorros cuando esa marea esté baja. En este sentido, acertar con las directrices de nuestra inversión es vital para desembocar en éxito nuestra plan.

Otro de los puntos a tener en cuenta es el tiempo. Si el objetivo es obtener resultados a corto plazo hay que valorar opciones más conservadoras, mientras que si buscamos una rentabilidad más a largo plazo, y por tanto, con mejores beneficios, la inversión tendrá un carácter más dinámico.

Y a partir de aquí y teniendo claro ambos aspectos, nuestro plan de ahorro puede comenzar desde solo 50 euros. Es más, si apenas cumplidos los 30 años se ahorran 50 euros al mes, estos podrán convertirse en más de 50.000, como indica el simulador de Ahorrobot. Para conseguirlo conviene escoger un buen vehículo para el camino que diversifique la inversión o bien, apostar por un plan que conlleve un mayor riesgo al principio y que descienda progresivamente según se acerque el final del mismo.

Sea como sea, de cara a esa pequeña aportación recomendamos que esta sea mensual, en vez de anual, pues será menos costoso y se convertirá en una rutina imperceptible. El cómo conseguir esos 50 euros, o la cantidad marcada, ya depende de las costumbres de cada uno, aunque podemos seguir algunos consejos. Un aspecto muy importante es evitar el ahorrar “lo que me sobre”. Lo ideal para obligarnos a guardar parte de nuestro dinero es hacer el proceso a la inversa, es decir, sobre nuestro sueldo primero restar la cantidad a ahorrar y después ya sí, gastar lo que sobra tras haber retirado dicho porcentaje. En este sentido resulta útil abrir una cuenta a la que mover automáticamente la parte correspondiente al ahorro en cuanto dispongamos de ella, de esta forma sabremos desde el comienzo de cada mes el dinero que nos resta disponible para gastos.

Otras rutinas que nos pueden ayudar es establecer un presupuesto mensual para gastos, o a la hora de hacer la compra, comparar precios y buscar ofertas. También funciona el evitar la compra impulsiva, es decir, el adquirir artículos que realmente no necesitamos y que se suman al balance negativo por “darnos un capricho”. Y por supuesto, reducir los gastos del hogar. Cuidado con los grifos que se dejan abiertos o las luces encendidas en estancias de la casa en las que no estamos.

En definitiva, el ahorro con sueldos bajos es posible, y además bien invertido puede ofrecer una gran rentabilidad. Solo son necesarios buenos hábitos y un buen plan de ahorro.

 

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