Este te protege frente a los daños que puedas ocasionar a terceros, pero como seguro base que es, no cuenta con otras prestaciones fundamentales, como los daños propios. Entonces, ¿merece la pena elevar la protección de mi seguro y valorar otras modalidades superiores a cambio de pagar un poco más? Para ayudarte a resolver el quebradero de cabeza, vamos a conocer los aspectos más importantes a tener en cuenta a la hora de elegir tu seguro de moto, para que llegado el momento aciertes y contrates el que mejor se adapta a tus necesidades.
Lo primero de todo es conocer y distinguir entre las principales modalidades de seguros de moto. Cada una cuenta con unas coberturas que crecen en número a medida que pasamos de una modalidad a otra. Es muy importante que analices cada una de esas coberturas y valorares cuáles son las que realmente necesitas, porque el tener más coberturas no implica estar ante el seguro más adecuado para ti. Vamos a conocer las diferentes tipologías de seguro de moto.
Como decíamos al comienzo de este artículo, el seguro a terceros básico es el mínimo exigido por Ley. Sin él, está prohibido circular. Es la modalidad más económica y por consiguiente, la que menos coberturas ofrece, pues cubre los daños ocasionados a terceros pero no los propios.
Sin embargo, la modalidad a terceros de Caser, presenta un listado de coberturas mucho más completo convirtiéndose en una modalidad básica pero ampliada. Algunas de las coberturas diferenciadoras con las que cuenta son las siguientes:
Llamada inteligente: totalmente exclusiva en el mercado. En caso de caída te geolocaliza y envía a los servicios de emergencia y rescate a tu encuentro.
Grúa motera: para esos casos en los que tu moto necesite remolque, una grúa específica para motos acude a tu auxilio.
Asistencia en viaje: una asistencia completa que responde desde el km0 y las 24 horas del día en caso de averías y pinchazos, pérdida y robo de llaves o moto e incluso, asistencia en el extranjero.
Defensa Jurídica: ofrece asesoramiento y orientación legal, reclamaciones a terceros sobre daños que puedas sufrir tú, tu moto o tus objetos, e incluso, defensa en accidentes que sufras sin tu moto.
Asistencia sanitaria ilimitada: con la diferencia de que se ofrece tanto al conductor, como al acompañante que va de paquete.
Incendio: cubre la reparación de tu moto por los daños que pueda sufrir a causa de un incendio. Y además, en caso de ser declarada siniestro total, se te indemniza por ella.
El terceros ampliado tiene el mismo denominador común que su homónimo en la gama básica. Se trata de un seguro de moto con una completa cobertura de Responsabilidad Civil pero exenta de los daños propios. Sin embargo, a diferencia de la gama básica incorpora más coberturas para ofrecer una protección ampliada.
El terceros ampliado de Caser cuenta con todas las prestaciones de su terceros básico, pero suma y presenta una gran diferencia: la cobertura de robo. Con ella se te devuelve el 100% del valor venal de tu moto en caso de pérdida por robo. Además, también se te indemniza por el valor venal de neumáticos y batería, y si el robo se produce en un viaje, se te costea los gastos de alojamiento y transporte, tanto a ti como al ocupante. En definitiva, una cobertura que eleva a otro nivel el grado de defensa.
El todo riesgo es la modalidad que presenta un coste más elevado para tu bolsillo, pero la única opción que te da protección completa. Y es que además de cubrir los daños a terceros, también cubre los daños propios que puedas sufrir tú o tu moto, es decir, su defensa alcanza hasta los casos en los que tú seas el responsable del siniestro o accidente.
Con esta modalidad la compañía se hace cargo de todas las reparaciones que requiera tu moto y en el caso del todo riesgo de Caser, lo hace también si estas son derivadas de accidente, incendio, explosiones, inundaciones e incluso, actos de vandalismo.
Pero para poder decidir finalmente qué seguro es el que más te conviene, no basta con conocer la definición de cada modalidad. Por ello, vamos a continuar con otros puntos a tener en cuenta a la hora de contratar tu seguro de moto.
Una vez conoces las diferentes opciones de seguro de moto, debes analizar más factores. Cuantifica de forma realista todos lo relacionado con el uso que le vas a dar a tu moto, empezando por la frecuencia con la que vas a conducirla. No es lo mismo cogerla a diario para ir al trabajo en ciudad, que hacerlo como afición de forma esporádica para viajar o hacer rutas. El primer caso, por ejemplo, presenta un mayor riesgo e índice de siniestralidad, por lo que la mejor opción a contratar podría ser un todo riesgo. Sin embargo, si apenas utilizas tu moto para alguna ruta por el campo, podría bastar con un terceros ampliado.
En la misma línea es importante valorar en qué tipo de vías vas a conducir más la moto: núcleos urbanos, una carretera secundaria, autovía… Cada lugar presenta unas características diferentes, por lo que debes fijarte en las coberturas y ver en qué te cubre cada seguro dependiendo de la situación.
Por obvio que parezca, a mayor valor de la moto, serán necesarias mayores coberturas. Y es que si has hecho una gran inversión en comprarla, no merece la pena dejarla desprotegida. Ten en cuenta sus características, su cilindrada, el valor de sus accesorios y asegúrala en consecuencia. Si tu moto es de gama alta, busca una modalidad que te de las mejores coberturas y abarque el mayor cargo posible frente a reparaciones o sustituciones de piezas y que además, te cubra en casos de robo o incendio.
El factor económico siempre es importante, por ello, antes de contratar es recomendable que calcules por tu cuenta el precio de tu seguro. De esta forma, además de conocer las características de cada modalidad, tendrás presupuesto para cada una de ellas y podrás valorar cada opción con su precio. En este sentido, el tarificador del seguro de moto de Caser te da la posibilidad de conocer cuánto cuesta tu seguro, sin necesidad de moverte de casa, sin ningún tipo de compromiso y sin tener que contratar al finalizar el proceso.
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