¿Qué opciones para complementar la jubilación existen en otros países de Europa?

28 septiembre 2021 Ahorro y futuro

Opciones para complementar la jubilación existen en otros países de Europa
Cerca tenemos ejemplos de diferentes modelos que llevan años aplicándose en otros países europeos

En el actual contexto socioeconómico cobra aún más importancia saber cómo ahorrar con vistas a una jubilación cada vez más longeva. Sin embargo, aún son pocas las personas en España que están al tanto de los cambios normativos relativos a los Planes de Pensiones de Empleo y según el último estudio del Observatorio de pensiones Caser: Planes de Pensiones de Empleo: ¿Cómo son percibidos por Pymes y Microempresas en España?, solo el 7% del total de empresas consultadas estaban al corriente de ambas propuestas.

Muy cerca tenemos inspiradores ejemplos de diferentes modelos de ahorro para  la jubilación que llevan años aplicándose en otros países europeos y en los que también están implicadas, en mayor o menor medida, las empresas:

Uno de ellos es el Automatic Enrolment (inscripción automática) británico, por el cual se obliga a que las empresas realicen aportaciones empresariales, pero a las que pueden renunciar voluntariamente los empleados. Si bien, desde su entrada en vigor en 2012, solo lo han rechazado el 9% de trabajadores. Gracias a este sistema de adhesión obligatoria, el ahorro para la jubilación de los trabajadores británicos se ha disparado y es una garantía de las prestaciones futuras, en un contexto en el que sigue aumentando la esperanza de vida. Por tanto, este modelo es una referencia para el desarrollo de un plan similar en España, donde solo dos millones de trabajadores, sobre todo de grandes empresas y administraciones, disfrutan ya de estos sistemas de ahorro para la jubilación.

Otro es el sistema de previsión profesional suizo, conocido como Berufliche Vorsorge/BV(G) - Prevoyance Professionelle/PP (pensiones profesionales). Su objetivo es que las personas en su jubilación obtengan unos ingresos de aproximadamente el 60% de su último salario antes de retirarse. De dicha cantidad, una parte sustancial la aporta el sistema de empleo. Se trata de un sistema que está muy desarrollado y es considerado uno los siete mayores a escala mundial. Se compone de dos niveles: uno de obligatoria participación (empresarial e individual) y otro complementario y voluntario, que mejora las aportaciones obligatorias.

Por su parte, otro referente sobre la mesa del ministerio es la llamada Mochila Austriaca, sistema que, pese a no ser un instrumento puro de previsión social empresarial, supone un complemento a las pensiones. Se trata de un fondo de capitalización dotado con aportaciones de la empresa a favor del trabajador, al que acompaña durante toda su vida laboral. Así, si es despedido o cambia de empresa no recibe indemnización, pero lleva consigo el montante de su mochila y puede decidir hacerlo efectivo o bien reservarlo para complementar su pensión en el futuro.

Sea cual sea el sistema o los sistemas en los que se inspire el modelo español de previsión social que está en desarrollo, lo cierto es que la información y el conocimiento llevan a aumentar el interés por apostar por una fórmula que permita invertir en el futuro de la sociedad.

La propia evolución de la sociedad hace tiempo que nos está avisando de la necesidad de articular mecanismos que refuercen la sostenibilidad del sistema público y garanticen la calidad de vida de las personas a lo largo de su ciclo vital.