Todo acerca de la leucemia felina
Una de las enfermedades virales más comunes en los gatos es la leucemia felina, siendo una patología crónica que afecta a su sistema inmunitario, debilitándolo y aumentando su predisposición a padecer otras enfermedades. Y, aunque no tiene cura, sí es posible tratar los síntomas y fortalecer el sistema inmunitario del animal. Además, en la actualidad existe una vacuna específica para ayudar a prevenir esta leucemia en gatos.
Por todo ello, y al tratarse de una enfermedad frecuente entre las mascotas felinas, es importante conocer aspectos relevantes sobre las características, síntomas y cómo tratar la leucemia felina.
Añadir también que, dependiendo del estado de salud del gato y el grado de infección, ya que esta avanza de manera progresiva, si el minino se contagia de leucemia, puede vivir desde meses hasta años. De esta manera, un diagnóstico y atención veterinaria temprana puede ayudar a prolongar su vida.

¿Qué es la leucemia felina?
La leucemia felina, también conocida por las siglas FeLV, se trata de una enfermedad contagiosa y crónica producida por un retrovirus que afecta al sistema inmunológico del animal. Como consecuencia, deja al gato muy debilitado, pudiendo provocar alteraciones en su salud y dando lugar a la aparición de otras enfermedades graves, como el cáncer. En resumen, afecta sobremanera al bienestar general del felino.
Por otro lado, y aunque puede afectar a cualquier gato, existen grupos de mayor riesgo. Por ejemplo, aquellos que se encuentren sin vacunar, los que tengan un sistema inmunitario menos desarrollado o, aquellos que viven en un entorno inadecuado, como la calle, colonias o refugios.
Contagio de la leucemia felina
Es importante mencionar los aspectos claves relacionados con el contagio de la leucemia felina, ya que es una enfermedad que puede causar importantes problemas de salud en el gato, y suele tener una rápida propagación entre los animales que comparten espacio.
Pero, ¿cómo se contagia la leucemia felina? Lo vemos en las siguientes líneas.
¿Cómo se contagia?
Este virus se transmite principalmente a través del contacto con saliva, secreciones nasales, orina, heces o sangre de un gato infectado.
De esta manera, hábitos como el acicalamiento o el compartir bebedero y comedero son formas muy comunes de contagiarse del virus de la leucemia felina. También, las mordeduras suelen ser vías de contagio frecuentes.
Además, este virus de la leucemia felina se puede transmitir a los fetos en el útero de las gatas gestantes y a través de la leche materna infectada durante la lactancia.
¿Se puede contagiar a personas?
El gato es una de las mascotas más frecuentes en los hogares, siendo el contacto con ellos muy estrecho. De esta manera, es normal que surja la inquietud de si es posible que un minino que tiene leucemia felina produzca un contagio a los humanos.
La respuesta es que la leucemia felina no se puede contagiar al ser humano, ya que se trata de un virus específico de las mascotas felinas. De esta manera, no hay peligro para la salud de las personas.
¿Hay contagio hacia perros?
La preocupación de contagio del virus de la leucemia felina hacia otras especies de animales es normal, más cuando suele ser frecuente que los mininos compartan espacio con, por ejemplo, perros.
Por eso, es necesario indicar que la leucemia felina no se contagia a los perros. Y es que el virus afecta al sistema inmunológico de los gatos, haciéndolos más vulnerables a infecciones, anemias y ciertos tipos de cáncer. Sin embargo, no es zoonótico, es decir, no se transmite a otras especies fuera de los felinos.
¿Un gato vacunado puede contraer leucemia?
Sí, un gato vacunado no está libre de este riesgo. Y es que, aunque la vacuna ofrece una protección alta, algunos animales pueden no generar una respuesta inmune suficiente. Por otro lado, en un felino que no ha recibido todas las dosis necesarias o el refuerzo anual, la protección de la vacuna también puede ser ineficaz.
Por otro lado, también influye el estado de su sistema inmunológico. Por ello, es imprescindible vigilar su estado de salud, ya que si tienen las defensas debilitadas son más susceptibles a infectarse.
En este apartado, añadir también la necesidad de realizar un test específico cuando el gato presente una exposición constante al virus. Es decir, si existen sospechas de que puede haber estado en contacto con un felino infectado, especialmente si hay mordeduras o intercambio de saliva.
Síntomas de la leucemia en gatos
La leucemia felina (FeLV) puede presentar síntomas muy variados, ya que afecta al sistema inmunológico y predispone a otras enfermedades. Los síntomas pueden aparecer meses o incluso años después del contagio. A continuación, te presentamos un listado de los síntomas de la leucemia más habituales en gatos.
1. Síntomas generales
- Pérdida de peso progresiva.
- Falta de apetito.
- Fiebre intermitente.
- Letargo y debilidad.
- Pérdida de energía y menor actividad.
2. Problemas inmunológicos y anemia
- Infecciones recurrentes (respiratorias, digestivas, cutáneas, urinarias)
- Anemia (mucosas pálidas, debilidad, dificultad para respirar)
- Ganglios linfáticos inflamados.
3. Problemas digestivos y neurológicos
● Vómitos y diarrea crónica.
● Enfermedades intestinales recurrentes.
● Convulsiones o alteraciones neurológicas (en casos avanzados)
4. Problemas respiratorios y bucales
- Dificultad para respirar.
- Estornudos y secreción nasal persistente.
- Gingivitis y enfermedad periodontal severa.
5. Aparición de tumores o linfomas
- Crecimiento anormal de masas o bultos en el cuerpo.
- Linfoma felino (cáncer en los ganglios linfáticos, intestino o médula ósea)
Fases y diagnóstico
La leucemia felina es una enfermedad que se desarrolla de manera progresiva. A continuación, te explicamos las fases y los síntomas más comunes en cada una de ellas.
El virus entra en el cuerpo y empieza a multiplicarse. Algunos gatos eliminan el virus en esta etapa, mientras que otros lo mantienen en su organismo.
Algunos de los síntomas frecuentes en la fase inicial de la leucemia felina son: fiebre leve, pérdida de apetito, cansancio e inflamación de ganglios.
El gato puede parecer sano porque el virus está inactivo en su organismo. Puede durar meses o años sin síntomas, pero aun así, puede transmitir la enfermedad.
El virus empieza a debilitar el sistema inmunológico, y el felino se vuelve vulnerable a infecciones y otras enfermedades.
Los síntomas frecuentes de esta fase progresiva de la leucemia felina son: pérdida de peso, infecciones recurrentes (respiratorias, digestivas o urinarias), diarrea y vómitos esporádicos, gingivitis y llagas en la boca.
La enfermedad se agrava y pueden aparecer tumores o enfermedades graves relacionadas con la leucemia felina.
Los síntomas frecuentes de la fase avanzada de la leucemia felina son: anemia (mucosas pálidas y debilidad), linfomas (tumores en ganglios linfáticos, intestinos o médula ósea), problemas respiratorios severos, convulsiones o síntomas neurológicos.
El diagnóstico de la leucemia felina (FeLV) combina diferentes pruebas específicas para detectar la presencia del virus en la sangre del gato. Estas pruebas son las siguientes:
- Prueba ELISA (Enzyme-Linked Immunosorbent Assay): detecta la presencia de antígenos del virus en la sangre.
- Prueba IFA (Inmunofluorescencia Indirecta): se utiliza para detectar si el virus ha alcanzado la médula ósea, lo que indica una infección persistente.
- Prueba PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa): con esta prueba se advierte la presencia del ADN del virus en su organismo.
Entonces, ¿cuándo se recomienda realizar una prueba de detección de la leucemia felina? Se recomienda la realización de una prueba de leucemia felina en los siguientes casos: antes de adoptar una mascota felina o introducir una nueva en casa, en el caso de que el felino haya tenido contacto con otros gatos positivos, si existen síntomas persistentes como pérdida de peso, infecciones recurrentes o anemia, o antes de vacunar contra FeLV, para asegurarse de que no se encuentre ya infectado.
Tratamiento y vacuna contra la leucemia
Cuando un minino se infecta de leucemia felina, debes conocer cuál es el tratamiento a seguir. En este caso, no existe cura para tratar este tipo de enfermedad. Eso sí, se pueden tratar los síntomas y reforzar el sistema inmunológico con medicación y cuidados especiales.
Por eso, la mejor prevención para la leucemia felina es la vacuna. A continuación, le damos respuesta a las preguntas frecuentes que se suelen tener sobre la vacuna de la leucemia en gatos.
Posibles efectos secundarios de la vacuna
Cuando se administra la vacuna de la leucemia felina se pueden observar algunos efectos secundarios. Y es que la vacuna contra la leucemia felina (FeLV) es segura, pero puede causar efectos secundarios leves como fiebre temporal, inflamación en la zona de inyección o letargo. En casos raros, pueden presentarse reacciones alérgicas o sarcomas en el lugar de aplicación, aunque el riesgo en este sentido es bajo.
¿Cada cuánto tiempo se debe poner la vacuna contra la leucemia?
Se recomienda poner una primera dosis de la vacuna de la leucemia felina a los 2 meses de edad, seguida de un refuerzo a las 3-4 semanas posteriores. Luego, se aplica un refuerzo anual, especialmente en gatos con acceso al exterior o en contacto con otros felinos.
¿Qué precio suele tener la vacuna?
El precio del tratamiento de la leucemia felina, es decir, de la vacuna contra FeLV varía según la clínica y el país. Por lo general, suele costar entre 20 y 50 euros por dosis. De todas formas, lo más aconsejable es dirigirte a tu veterinario de confianza para que te proporcione toda la información sobre el precio exacto.
¿Cómo podemos prevenir la leucemia felina?
La mejor forma de prevenir la leucemia felina (FeLV) es poniéndole a tu gato la vacuna, sobre todo si se encuentra dentro de los grupos de riesgo, tiene acceso al exterior o convive con otros animales de la misma especie.
Además, es fundamental tomar todas las precauciones ya señaladas cuando se desea introducir un nuevo felino en casa.
También, para prevenir la leucemia felina se recomienda evitar el contacto con gatos infectados, mantenerlos en un ambiente seguro y desinfectar objetos compartidos como comederos.
En definitiva, la prevención es clave, ya que no existe un tratamiento curativo para esta enfermedad. Por último, aspectos como una buena alimentación, revisiones veterinarias regulares y un estilo de vida sin estrés, también pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunitario del gato y prevenir la enfermedad.
Para terminar, recuerda que con el Seguro de mascotas MIMAscota Plan Salud Premium, tienes incluida sin coste la vacuna para la leucemia felina.
Nota: Este contenido es meramente orientativo. En caso de que tu mascota presente cualquier problema de salud, acude a una clínica veterinaria. Toda sintomatología, diagnóstico o tratamiento debe ser valorado o prescrito por un especialista.