Un año más, tengo el honor de presentar el informe en el que se resume la actividad de Caser durante el ejercicio concluido el pasado 31 de diciembre. Si hubiera que calificar de algún modo este año 2015, sería como el de la consolidación de la recuperación de la Compañía, ya que es el tercer ejercicio consecutivo en el que la cifra de beneficio ha crecido de manera significativa.
Debe valorarse de manera positiva esta tendencia, ya que se produce en un entorno tremendamente complejo y cambiante, en el que la interrelación de impactos económicos contradictorios produce en ocasiones situaciones de inestabilidad y de incertidumbre.
“Si hubiera que calificar de algún modo este año 2015, sería como el de la consolidación de la recuperación de la economía”
Es, por lo tanto, útil situar la actividad de la Compañía en el contexto internacional y sectorial en el que está presente, destacando en primer término los apuntes de inquietud que a finales de año arrojaron la ralentización de la economía china, el desplome del precio de petróleo y las dudas generadas por las economías emergentes, todo lo cual no ha impedido que el crecimiento mundial se haya situado en torno al 3%.
La zona euro no se ha comportado tampoco de forma desfavorable, alcanzando un crecimiento del 1,5 % —el mejor resultado de los últimos cuatro años—, si bien las perspectivas para 2016 distan de ser alentadoras.
En España, el PIB ha experimentado la mayor subida desde el ya lejano inicio de la crisis, con un avance del 3,2%, porcentaje que nos coloca en cifras de 2007. Puede afirmarse que esta evolución situó a España entre las más pujantes de las grandes economías. Las razones que se encuentran detrás de esta positiva evolución son, entre otras, el aumento de la fortaleza del consumo privado y de la inversión empresarial.
El sector asegurador no podía ser ajeno a esta tendencia y ha registrado incrementos de negocio en todos los ramos. Si atendemos a la cifra de venta de pólizas por las Entidades Aseguradoras, nos encontramos con una cantidad próxima a los 57.000 millones de euros, lo que supone un 2% más que el año precedente.
Entrando ya en el análisis pormenorizado de las principales cifras de negocio de Caser, se constata la positiva tendencia a la que me refería al comienzo de esta carta.
El resultado antes de impuestos ha alcanzado los 112 millones de euros, con un crecimiento del 8% en relación a 2014.
El beneficio neto superó los 71 millones de euros, es decir, creciendo 13 puntos porcentuales más que en el año anterior.
Estos favorables datos cobran aun más valor si se considera que se han obtenido a pesar de una disminución del volumen total de ingresos, consecuencia todavía de la salida de la órbita de distribución de varias entidades de crédito, afectadas por el largo proceso de reestructuración del sistema financiero español.